Si te gusta ReTree es probable que te guste la naturaleza y disfrutar de ella en su máxima esencia. Hoy en día, quedan por desgracia muy pocos lugares en el mundo que no hayan sido modificados o influenciados por la acción del ser humano. Y por este preciso motivo, es tan importante la figura de los parques nacionales, o en su defecto, los espacios naturales que gozan de diferentes niveles de protección. El primer lugar que puede presumir de contar con un alto grado de protección fue precisamente el parque que da el título a este artículo: el parque nacional de Yellowstone, que se encuentra en Estados Unidos y fue inaugurado en 1887.
Europa no tardó en seguir el ejemplo de los yankis, que otra cosa no, pero innovadores son un rato. Pero en lo que a materia medioambiental se refiere, es verdad que se puede decir que en Europa nos lo tomamos muy en serio. Somos el continente más pequeño, que a la vez cuenta con más zonas protegidas (aproximadamente 120.000), lo cual nos puede hacer sentir orgullosos. Sin embargo, hay grandes diferencias en lo que a tamaño se refiere (habiendo zonas protegidas que se limitan a un solo árbol centenario). Por desgracia, el 90% de las áreas protegidas cuentan con menos de 1.000 ha de superficie. Esto es un reflejo de la alta presión agrícola y el costoso precio del suelo, además de la desarrollada red de transporte con la que contamos.
Por ello, es especialmente significativo el proyecto que nuestros amigos rumanos están logrado impulsar, que si todo va bien se va a convertir en uno de los mayores parques naturales de todo el viejo continente, contando con un área que comprenderá 200.000 ha. Este gran trocito de Transilvania y los Cárpatos ya cuenta con una de las mayores poblaciones de osos de Europa y es el hogar de otras muchas especies clave como los linces, lobos e incluso bisontes europeos. Estos últimos fueron cazados hasta su desaparición a finales del siglo XVIII (el último Bison de Transilvania murió en 1790) y se están volviendo a reintroducir gracias a varios programas coordinados por la Fundación Conservation Carpathia (FCC), que es también la organización que está impulsando el proyecto del parque.1
La idea del parque no es que sirva solamente de reservorio de naturaleza para la flora y fauna autóctona, sino que también sirva de impulso para que las comunidades locales se beneficien. Esta organización, lleva desde su fundación comprando tierras para este fin y pretende servir de proyecto piloto a nivel europeo para ofrecer un ecosistema suficientemente grande para que pueda sostener a poblaciones de predadores ápex, clave para la buena salud y la madurez de cualquier ecosistema. El ecoturismo asociado promete además aportar mucho valor socioeconómico, que se sumará a los servicios medioambientales que nos ofrecen unos ecosistemas sanos y cuidados.
Ojalá el proyecto termine de arrancar y sirva de precedente para que tomemos nota en otros países y ampliemos nuestros propios parques o inauguremos, como en este caso, nuevas zonas de especial protección. Los parques naturales son un tesoro que cuidar y más allá de los valores intrínsecos que nos ofrecen a nivel de reservorio natural, tienen efectos realmente positivos a nivel de salud mental, incluso se están empezando a demostrar los beneficios puramente socioeconómicos que nos ofrece la restauración natural. Al final, la lógica… naturalmente se impone 🙊🌳🙌.