El pasado 21 de marzo fue el día internacional de los bosques y por tanto creemos que es un buen momento para hacer un repaso al planeta y a España, y ver dónde nos encontramos.
Comenzaremos dándote un par de datos para que puedas formarte una idea general de la situación de la que venimos y las tendencias, riesgos y coyunturas que se nos presentan.
Empecemos con un dato curioso. Según un extenso estudio publicado en la revista Nature, el número de árboles sobre el planeta en 2015 se estimó en 3,04 billones de árboles. Este número igual te parece inmenso, pero si tienes en cuenta la cantidad de personas que habitábamos el planeta ese año, existían solamente 422 árboles por persona en el mundo. (No sé a ti qué te parece, pero a nosotros nos sabe a poco).
Pero aquí estamos para cambiar ese dato, empezando por España, donde sí que podemos decir que la tendencia en cuanto a evolución de bosques es positiva (la masa arbórea ha aumentado en los últimos tiempos). Aunque a la vez nos encontramos con que las previsiones en relación con el cambio climático nos colocan a la cabeza de Europa en lo que a desertificación y degradación de suelo se refiere. Lo cual puede frenar e incluso revertir todo lo que hemos logrado.
De hecho, como podéis ver en la imagen sacada de este mismo artículo, nuestro intensivo uso agrícola y el clima cada vez más árido y caliente nos genera grandes problemas de erosión a los países mediterráneos, perdiendo suelo año tras año…
En el mundo la situación es aún más alarmante y es que hemos perdido 178 millones de hectáreas de bosque desde 1990. España entera son unos 50 millones de hectáreas para que te hagas una idea… África es el continente que más superficie ha perdido, seguida de Sudamérica. De hecho, te quiero hablar del preocupante estado del mayor bosque del planeta: el Amazonas.
Otro día hablaremos de este bosque en más profundidad, porque mucha gente no lo sabe, pero este fascinante ecosistema crea sus propios chubascos. Formando un ciclo que es fundamental para la supervivencia de infinidad de especies y del propio bosque. Este equilibrio y otros muchos le otorgan una importancia especial y reviste de aún más gravedad lo que está ocurriendo.
Y es que los últimos estudios apuntan a que el Amazonas está muy cerca de alcanzar un punto de inflexión que probablemente sea de no retorno.
Hablamos de la posibilidad de que este bosque tan fundamental y que aporta tantos servicios ecosistémicos al planeta se convierta en una sabana… Un mundo sin el Amazonas sería terrible. Y es momento de actuar. ¿Cómo? El 80% de esta deforestación está relacionada con el creciente uso de suelo para pastos o cultivos de soja que sirven de alimento para la ganadería.
La sensibilización, el apoyo a organizaciones y gobiernos que protegen el medio ambiente y el cambio de conductas como la reducción del consumo de carne, pueden ser algunas de las cosas que puedes hacer. Como siempre, la solución será compleja y hay muchos matices, pero las alarmas están ahí y no podemos seguir ignorándolas. Necesitaremos seguir luchando por conseguir proteger los bosques que nos quedan. Por ejemplo: no te decimos que directamente te hagas vegano, pero seguramente puedas reducir tu consumo de carne. Aquí ya lo estamos haciendo, y la verdad:
- No es tan difícil
- Cuando comes un filete lo valoras más y te sabe a gloria (y cada vez más hay filetes veganos que saben igual, sino mejor) 😊
¡y no está de más reforestar lo que se ha perdido! 💪🌳